Como se desprende de los distintos textos insertos en esta página web, el aspecto formativo y educativo del torneo es un elemento esencial del mismo, por lo que la organización será sumamente rigurosa en penalizar todos aquellos comportamientos ajenos al respeto, que excedan de la rivalidad y competición bien entendidas. Los delegados de campo de la organización habrán de informar a la finalización de cada partido al Comité de Competición de cualquier incidencia relevante que se haya producido en el comportamiento de los equipos contendientes, de sus acompañantes o incluso de sus familiares y público. Conforme a los parámetros de fair play, el Comité de Competición podrá penalizar el comportamiento inadecuado de un equipo, de alguno de los componentes de un equipo o de sus familiares, privándole de 3 goles a favor en el golaverage general de la fase regular.
Si los incidentes, faltas de respeto, menosprecios al contrario, a los árbitros o a la organización fueran de tal entidad que aconsejaran la suspensión del partido, esta decisión podrá ser adoptada por el árbitro y alguno de los responsables de la organización que habrá en cada pabellón. Evidentemente se considerará que el causante de tales incidentes habrá perdido el partido por 3-0 (salvo que el marcador arrojara una diferencia de goles mayor en el momento de la suspensión, en cuyo caso prevalecerá esta última), reservándose en tal caso la organización la posibilidad de expulsar al equipo del torneo, sin que ello conlleve reintegro alguno de las cantidades abonadas por su participación, con independencia de los derechos que al equipo expulsado le pudieran asistir para formular la oportuna reclamación.
El fomento del fútbol base, el esfuerzo por dimensionar adecuadamente el fútbol sala y la transmisión de valores a los más jóvenes, pasan por ser rigurosos y escrupulosos con el cumplimiento de unos mínimos parámetros de respeto y educación. La convivencia que un evento de esta naturaleza proporciona a la juventud exige un compromiso certero e inequívoco con estos valores y principios rectores del torneo.
No resulta compatible hablar de valores, de sostenibilidad, de solidaridad, de respeto y de convivencia, si sigue participando en el torneo un equipo que ha llegado a forzar la suspensión de un encuentro. No es necesario reiterar, porque ya se hace en distintos textos de la web, que un mínimo agradecimiento a las instituciones y Ayuntamientos que nos han cedido sus instalaciones, pasa por respetar éstas. De igual modo, debemos cuidar los alojamientos que han confiado en el proyecto, respetando adecuadamente no solo sus instalaciones sino al resto de huéspedes que allí se alojen. En tal sentido, cualquier desperfecto o daño que se cause en los pabellones, sustentados con fondos públicos por todos los ciudadanos, o en los alojamientos del torneo, le serán reclamados al Club causante, que se responsabiliza lógicamente del comportamiento de sus integrantes, siendo también causa de expulsión del torneo y de la posible rescisión del servicio de alojamiento y comidas por parte de la dirección del establecimiento, sin que la organización del torneo pueda exigir la continuidad en la prestación de esos servicios, de concurrir las causas expuestas.
Especial mención merece la puntualidad en el comienzo de los encuentros, que exigen que cada equipo se presente en el pabellón con 30 minutos de antelación al comienzo de cada partido, razón por la cual se han escogido pabellones con capacidad de vestuarios para que cada equipo pueda disfrutar de los momentos previos al encuentro. Si alguno de los equipos no se presentara con la antelación referida, podrá ser sancionado por el Comité de Competición con la pérdida de los tres puntos en juego o de la eliminatoria correspondiente, salvo que el retraso, siempre y cuando el equipo comparezca antes del inicio del partido, obedezca a una causa más que justificada, ajena a meras cuestiones logísticas o de tráfico, y que sea convenientemente documentada por el responsable del equipo. El árbitro será el competente para decidir si el retraso en la comparecencia de alguno de los contendientes provoca la suspensión del partido, en cuyo caso se considerará vencedor al que hubiera comparecido en tiempo.
También será la organización convenientemente rigurosa con los criterios de puntualidad, porque todos los participantes deben entender que en un torneo que aglutinará a más de 80 equipos, los partidos deben comenzar con puntualidad, debiendo existir tiempo previo para el chequeo de las listas de jugadores, selección de indumentaria, etc., no pudiendo comenzar ningún partido con retraso, puesto que esto afectaría al resto de partidos programados durante toda la jornada. Son más 200 partidos los que habrán de disputarse en una semana y evidentemente una organización modélica y acorde a lo que los participantes esperan, exige la colaboración y puntualidad de estos.