Casas-palacios y mansiones señoriales, bodegas mundialmente conocidas, el Castillo de San Marcos, fantásticas playas, un núcleo urbano histórico y pintoresco, puertos deportivos,  Rafael Alberti, un referente en gastronomía, la ribera del marisco. No te lo pierdas. 

Basta con dar un paseo para comprobar porqué a El Puerto de Santa María se le conoce como la Ciudad de los 100 palacios, pues de hecho se conservan más de un centenar de casas palaciegas de estas características. Una de las más destacadas es el Palacio de Aranibar, edificio construido en 1660 por unos antiguos cargadores de Indias, hoy sede de la oficina de Turismo, que asombra con el artesonado de su salón mudéjar. Prepara tu cámara cuando estés delante de la portada plateresca de la basílica menor de Nuestra Señora de los Milagros.

Otra experiencia es visitar los jardines y la bodega catedral de la casa-palacio de Osborne. Una bodega de nueve metros de alto que guarda la mayor colección de vinos viejos de Jerez, incluidas las soleras del zar Nicolás II (1864). 

Sólo son algunas pinceladas de lo que puedes descubrir en una localidad que no te defraudará. El Puerto de Santa María es mucho más que sus lugares emblemáticos y monumentos: es olor y sabor. Eduardo Mendicutti, escritor nacido en Sanlúcar de Barrameda, lo describió con acierto: Le pasó a Alberti, nos pasa a todos. La bahía es el aire, la luz. El Puerto es una mezcla muy sensorial.